viernes, 22 de mayo de 2020

La prestigiosa Ceca de Burgos.

La ceca de Burgos, empieza su andadura con Alfonso VIII, entre finales del siglo XII y comienzos del XIII... seguirá en manos de Alfonso X, con sus conocidos pepiones y más tarde con Sancho IV.


Pepión de Sancho IV de la Ceca de Burgos.

En pleno siglo XIII, Burgos monopoliza la producción de la emisión de moneda con mejor calidad hasta la fecha. En el siglo XIV, se hace con el primer puesto en cuanto a producción de vellón se refiere y coge protagonismo también en la labra de moneda de oro y de plata.

En el siglo XV, solo una ceca se pone a la altura de la prestigiosa casa de moneda de Burgos (la más importante de Castilla, siglos atrás), la Casa Vieja de Segovia (más sobre las diferentes Cecas de Segovia, aquí) instaurada con Enrique IV y que poseerá, grandes lazos de cercanía con la monarquía española (Reyes Católicos).

La moneda de oro de mayor calidad de este periodo, corresponde a la ceca de Segovia. En cuanto al metal argenteo, Burgos y Segovia andan en este siglo, a la par.


Dobla de la Banda de Juan II. Subasta 10 de Marzo de 2016, lote 81. Áureo y Calicó, SL.


A principios del Siglo XVII, la "fábrica" de moneda burgalesa, ocupará uno de los espacios más predilectos de la ciudad.

Situada en el Camino de Santiago, pasará a penas desapercibida a ojos de aquellos que caminan por esos lugares.

Es una casa de moneda, en nada ostentosa, estéticamente hablando, como sí lo es el Real Ingenio de Segovia… pero no por ello, debe estarse importancia al trabajo que de allí salía.

El taller, colindaba con un paisaje, llamado “Huerta del Abad”  y era parte de un compendio de construcciones que conformaban un caserío.

El mando de la Casa de la Moneda de Burgos pertenecía al conocido Duque de  Lerma.

La nueva fachada de la casa de la Moneda de Burgos fue construida en 1606 y estaba situada en la Calle San Juan. Era ésta, una construcción de dos plantas, más desván, realizada con ladrillo. A los lados, se situaban ambos módulos y en la parte trasera el taller propiamente dicho.

También, esta casa, gozó de paisajes abiertos (denominados por el nombre de “campillo) y propias huertas.

La Casa de la Moneda de Burgos, disponía de dos entradas exteriores y una tercera, habilidada en el patio interior.

En las dependencias de este amplio edificio, se sabe que existió; tanto sala de “justicia” como calabozo.

Roles en la Ceca de Burgos

En referencia a los trabajadores, existían básicamente tres clases: Los Oficiales Mayores, los Oficiales Menores y en tercer lugar, los propios monederos y obreros…

Los primeros, solían cobrar estipendios, en base a la proporción de monedas labradas y otros menesteres… por otro lado, los acuñadores, monederos (segundo grupo)  podían recibir su paga en función de la labra realizada, en cuanto a calidad y cantidad, que solía ser de 4 maravedís por marco labrado, menos 1 maravedí destinado a mermas… esto propició muchos abandonos de este tipo de colectivo, y en ocasiones, dobles jornadas en otros puestos de trabajo.

Se acuñaban de media, unos 2500 marcos por día trabajado.

Otros desempeños en la Ceca, como los referidos a porteros y alguaciles, se abastecían con sueldos fijos.

Los monederos solían estar al servicio de un capataz, y conformaban el número de unas 38 personas, aunque la ley, permitía el doble de trabajadores de esta cifra.

El trabajo de estos operarios, se realizaba cinco días a la semana, y a veces, no estaban exentos de realizar sus oficios, los fines de semana…

La Casa de la Moneda de Burgos, solía tener sus reglas, como pasaba en antaño en otros estamentos, como en el clero...  y se beneficiaba de ciertas ventajas fiscales y una propia jurisdicción.

La Ceca Burgalesa, labró en el siglo XVII, sobre todo, moneda de cobre y de vellón, y también reselló según las pragmáticas acaecidas en época de Felipe III y Felipe IV.

Normalmente el cobre llegaba a la ceca, de zonas del norte de España.

En 1623, la producción de vellón debe aumentar y bajan las posibilidades de conseguir cobre para las acuñaciones. Es entonces, cuando los “mandamases” empiezan a valorar la idea de recoger todo el metal posible en forma de tinajas calderos y otros enseres de los habitantes de la ciudad, para poder seguir con la producción. Otra solución para esta carencia, fue conseguir cobre en Alemania, pero se pagaban grandes sumas de dinero, por los gastos que se generaban en el transcurso de esta larga distancia.

Como dato curioso, Burgos acuñó moneda para Santo Domingo por mandato directo de los Reyes Católicos, siendo la primera ceca que se ocupa de labrar piezas para el Nuevo Mundo.

En cuanto a la marca de ceca de Burgos, no suele haber dudas...es una B, rara vez aparecen dos siglas, la B-S o incluso la B-V, pero en épocas anteriores. Más sobre ensayadores.

En el periodo de Felipe IV, (maravedía de busto) se acuñó tanto a martillo como a molino, en esta última modalidad, de 1662 a 1664.

Se labraron monedas, con valor de 16, 8, 4 y 2 maravedís.

La marca de ensaye R, corresponde a Antonio Ruiz De Valdivieso.

Os dejo el siguiente vídeo sobre una moneda con error de Felipe IV de Burgos.



Rareza en 4 maravedís de Felipe IV de la Ceca de Burgos de 1663.

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