Buscar en este blog

jueves, 28 de enero de 2021

Repinte en moneda acuñada a volante.

Las prensas de volante establecieron un gran avance en la acuñación de monedas. Más sobre diferentes tipos de acuñación.

El principio de su funcionamiento está íntimamente relacionado con las primeras acuñaciones a martillo. Se mejora la potencia con la que se ejerce el impacto de los cuños frente al cospel, favoreciendo las impresiones del arte de los abridores de cuño... Ésto ayuda también, a confeccionar monedas con mayor módulo.

Ahora el cuño inferior descansa dentro de la “maceta” esperando al superior por acción del giro del balancín.

El operario encargado de colocar los cospeles bajo la prensa, estaba situado dentro de un agujero rectangular pasado el medio metro de profundidad… gracias a ello, podía obrar sin dificultad.

En las acuñaciones a volante, el cuño móvil es el que se encarga de llevar el reverso a la moneda… normalmente sufría mayor desgaste que el troquel fijo, que se encargaría del anverso… por eso, nos encontramos en ocasiones monedas con reversos mejor improntados que sus propios anversos (ya que se cambiaban los cuños con mayor asiduidad)

Aunque la prensa de Volante ya fue utilizada a principios del siglo XVI por el propio Leonardo Da Vinci, no es hasta 1772 cuando empieza a funcionar en España, acuñando monedas de cobre, concretamente en el Real Ingenio de Segovia.

En la época de Carlos III, padre de Carlos IV (precisamente el monarca que nos ocupa hoy) todavía no estará desarrollada la virola partida, por lo que los cantos de las monedas son primeramente acuñados por cerrillas, una vez son recortadas de sus rieles.

Las primeras virolas, servirán para que los cospeles, no salten hacia los lados cuando son acuñados, y ayudarán a que el canto (labrado, con cordoncillo por la cerrilla) sea más concéntrico (al expandirse el metal y chocar contra el perímetro de la virola)

Más tarde, con las virola partida, los cospeles reciben de un solo golpe las tres impresiones del arte de la moneda: Anverso, Reverso y Canto.


Moneda de la entrada



2 maravedís de 1807 con repinte en anverso.


La moneda que os presento hoy, es un 2 maravedís de Carlos IV, del Real Ingenio de Segovia… una pieza común, en una conservación algo descuidada, pero que tiene su protagonismo en el blog, por el repinte remarcado, tanto del busto como de su leyenda.

Las acuñaciones a martillo, solían establecer dos tipos de errores de acuñación, en el proceso de las improntas del arte de los cuños a los cospeles.

A veces el operario, se veía obligado a percutir varias veces con su martillo, para lograr una acuñación deseada… en ocasiones, la moneda de desplazaba de los cuños y la segunda acuñación no era tan precisa como la primera, por lo que surgían los consabidos repintes.

Otras veces, el martillo rebotaba y se consolidaba una segunda impresión del arte de la moneda, de forma desplazada.

Con el volante es mucho más difícil que pase ésto, porque al estar el cospel dentro de la virola, tienen menos espacio para poder desplazarse y es casi imposible que una segunda acuñación la alcance fuera de la primera. A parte, los cuños no rebotaban, por lo que era anómalo que el error viniese establecido por esta peculiaridad.

Sin embargo, seguían ocurriendo fallos en la acuñación… fiel muestra de ello, es la moneda que os muestro hoy.

Observamos un 2 maravedís ya desgastado por el paso del tiempo.

Aún con el desgaste, vemos, como el anverso está peor acuñado que el reverso… es debido seguramente a un mayor desgaste del cuño inferior (anverso) sobre el superior (reverso).

Sería normal pensar, que los cuños superiores, se cambiaban con más asiduidad, debido a los fuertes impactos que ocasionaba el balancín… los inferiores iban desgastándose y cambiándose con menor frecuencia, por eso las improntas son mejores normalmente de un lado que de otro.


                                 Repinte claro.


En el anverso de esta moneda, vemos un bonito repinte en el rostro de Carlos IV (concretamente a derechas del mismo) y en la parte inferior de la leyenda (se aprecia buenamente en la fecha). También se nota este repinte en la marca de ceca y de valor. ¿Cómo es posible que haya ocurrido este bendito error en la acuñación?

Sólo se me ocurre una teoría... Si fijamos nuestra atención, vemos como el reverso no posee repinte alguno, y eso, seguramente es debido, a que la moneda se quedó pegada a la matriz superior del reverso, inmediatamente después de ser acuñada.

Por lo que fuera, el operario no cambió la pieza, en este caso, no introdujo un nuevo cospel en la prensa, y sus compañeros giraron  de nuevo el balancín, propiciando una segunda acuñación. La moneda que se había pegado en el cuño superior por la inmensa fuerza de la prensa, bajó una segunda vez, justo con el mismo, para volver a ser acuñada de nuevo... Lo que tuvo que pasar, es que por lo que fuera, la moneda cayó en una virola con un troquel del anverso algo desplazado por el efecto anterior del primer choque de los cuños, y plasmó, por lo tanto, una impronta desplazada del anverso, en la moneda. Sin embargo, el reverso no sufrió consecuencias de desalineación, ya que quedó firmemente pegada al cuño superior.

La primera acuñación está más a la derecha del cospel, la segunda, pisa a la primera.


Vídeo





11 comentarios:

  1. Las monedas repintadas son relativamente frecuentes, incluso cuando la acuñación se realiza con máquinas automáticas. Es un problema de sincronización
    y se da el repinte si el cospel no es depositado o expulsado a su debido tiempo de la cámara de acuñación. En definitiva, se trata de una doble acuñación no coincidente. También se da este error de repinte cuando los cuños se han elaborado con un doble hincado no coincidente
    Cordiales saludos.- Juan Bautista Bajo Miguélez

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Juan por tu información.
    No obstante, esta moneda no fue acuñada por máquina automática... Este tipo de prensas tuvieron su entrada en España, a mediados del siglo XIX, concretamente en 1866. La expulsión del cospel de la cámara de acuñación, en estas prensas a volante, se reduce, al trabajo del operario que sitúa y quita los flanes pertinentes.

    11 de febrero de 2021, 7:29

    ResponderEliminar
  3. Buenas tardes....estuve leyendo la entrada. Si, es una Doble Acuñación.

    Me surge una duda, me explicas el siguiente texto de tu entrada que reproduzco a continuación;
    Lo que tuvo que pasar, es que por lo que fuera, la moneda cayó en una virola con un troquel del anverso...

    Hablas de virola, como anillo de contención del metal, que frena la expansión del cospel?

    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Sí... A ver, no soy un experto, pero a lo que me refiero, es que la virola puede que no cerrara completamente el diámetro del cospel, por lo que tal vez si hubo dos repeticiones de cuño, la pieza se desplazó lo suficiente como para dejar un repinte... el anillo de contención, pudo tener algo de holgura, suficiente como para que la pieza no se sujetara del todo al momento del impacto.

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  6. Por lo visto la moneda fue acuñada sin virola, desconocía que las primeras prensas de volante careciesen de ella Roberto... Gracias por matizármelo por correo... Siempre se aprende algo nuevo... Saludos

    ResponderEliminar
  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  8. Es en Segovia a partir de 1772, cuando se empieza a acuñar con prensa de volante... Lo que no sabía, es que por lo visto, y por lo que nos cuenta Roberto, en los primeros años seguramente se trabajaba sin virola simple. Ya sabéis que la virola es un pequeño recipiente cilíndrico donde se introduce el cospel con el canto ya grabado por cerrilla, para ser acuñado.
    Por otro lado, la virola partida, facilita que se pueda hincar la leyenda en el canto del recipiente para trasladarlo al cospel en el tiempo que éste es acuñado por ambos cuños... El cospel se expande y recibe las tres improntas de las 3 caras de la moneda.

    Así que tenemos acuñaciones a volante sin virola, con virola simple y con virola partida...

    ResponderEliminar
  9. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  10. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  11. Os dejo un mensaje de Roberto que posteó aquí, y que he tenido que eliminar y volver a copiar y pegar, porque no salió en su origen completo.

    Mensaje de Roberto:

    Saludos Óscar

    La acuñación a volante sin virola es típica de los reales a 8 de Felipe V, Fernando VI, Carlos III, Carlos IV,..entre otras piezas de otros valores de los reynados del imperio Español en el siglo XIII y primer tercio, mediados siglo XIX. Como mencionas en la entrada, el cospel es colocado manualmente. Es colocado sobre el cuño fijo. Los cuños son MÁS grandes que el cospel.Por ello es importante intentar centrarlo en el cuño. Es bastante frecuente encontrar piezas con la gráfila no acuñada, gráfila acuñada en parte, gráfila acuñada solo en un área del borde de la moneda( descentrada),...

    El tamaño del cospel, es muy importante en la acuñación a volante. A mayor grosor menor diámetro, y viceversa. Esto es así por el peso. Hay que cumplir el peso establecido en la ley. En principio, se puede decir, que a mayor grosor del cospel, mejor rellenara los hueco relieves del cuño, y al revés, a menor grosor, más posibilidades de acuñación floja. A mayor grosor del cospel, la moneda tenderá a acuñar la gráfila en menor medida, y será más difícil centrar el cospel en el cuño.

    En la acuñación a martillo, en principio, el cospel tendía a ser casi del tamaño del cuño, el cual este último sigue siendo mayor.

    SUPOSICION; Si el cospel es cerrillado,y se hace previamente en el canto, y suponiendo que hay virola, esta dañaría el grabado, al chocar el canto acuñado con la virola durante la acuñación. Suponiendo que la máquina tiene virola, la opción sería pasar la pieza por la cerrilla tras la acuñación.

    ResponderEliminar

Aquí puedes comentar sobre la entrada