Buscar en este blog

miércoles, 14 de julio de 2021

Algunos detalles de la acuñación a martillo

La acuñación a martillo, es uno de los principales medios para crear moneda, que ha venido sucediéndose a lo largo de la historia de la humanidad.

Vamos a explicar una serie de características principales, que nos harán profundizar en este mundo tan apasionante.

En la acuñación a martillo tenemos un soporte sobre el cuál se coloca el cuño inferior, también llamado yunque, que normalmente, ya desde la Edad Media, corresponde al anverso de la moneda.

Este cuño es fijo y va asido a su base, mediante una protuberancia en forma de punzón que se clava normalmente dentro de la madera.

Por otro lado, tenemos un cuño móvil, o troquel, que se coloca encima del cospel, una vez éste está depositado sobre el cuño inferior. El cuño superior  se percute con una maza o martillo y corresponde en el periodo de la Edad Media, al reverso de la moneda.

Los operarios encargados de acuñar moneda a golpe de martillo, normalmente cobraban por el volumen de monedas creadas al día.
De ahí, se deduce, que en ocasiones, estas monedas estuviesen algo descuidadas a la hora de mostrar las improntas de los cuños, ya que este oficio se realizaba generalmente con gran celeridad.

Los cospeles solían recortarse de planchas o rieles cuyo espesor ya estaba ajustado a golpe de martillo. En ocasiones, y según qué ceca, sobre todo las alemanas, se utilizaban rodillos de laminación para adelgazar las barras de metal.

En España, no es hasta la creación de Real Ingenio de Segovia, cuando este fenómeno parece que tenga lugar.

Una vez recortados los cospeles, se vuelven a calentar para que adquieran mayor ductibilidad. Se someten al proceso de blanquimiento, por el cual, los flanes adquieren una presencia limpia desprovista de los aceites y demás suciedades propias de la fundición.

Los cospeles, todavía calientes, algo más maleables, se someten a la primera acuñación.
El operario, dependiendo del tamaño de la moneda a acuñar, percutía una o más veces. Cuanto mayor fuera la moneda, más veces normalmente la golpeaba.

Operario acuñando monedas a martillo."Ciencia y Técnica Monetaria en la España Bajomedieval" Ricardo Córdoba De La Llave.


En ocasiones, cuando las piezas eran de módulos más grandes, había dos operarios que se dedicaban a estos menesteres... Uno sujetaba el cospel con unas tenazillas y el otro, propinaba con una gran maza las percusiones necesarias para que el arte del cuño se transfiriera a la pieza.

En Segovia convivieron en un tiempo, dos sistemas de acuñación: a martillo y a rodillo.

La labra de monedas con rodillos impulsados por la fuerza del agua, sólo se dio en el Real Ingenio de Moneda de Segovia... Sin embargo, en la Casa Vieja (la otra casa de la moneda fundada por Enrique IV) se acuñó exclusivamente a martillo.

Estas dos formas de acuñar convivieron hasta finales del reinado de Carlos II.

Las cizallas que sobraban de los recortes de las planchas de dónde se sacaban los cospeles, volvían a fundirse para producir más rieles.

Los recortes de los cospeles, que se extraían de estos rieles, con el grosor adecuado, se efectuaban con grandes tijeras... Siendo bastante difícil, por no decir imposible, que las monedas alcanzaran una forma redonda... De ahí, que las piezas salgan acuñadas con aristas rectas.

Algunas piezas, como los módulos de 8 maravedíes, se denominan cortadillos, precisamente por esta característica propia de los recortes de las acuñaciones a martillo.

En la antigua Roma, sin embargo, el procedimiento de la obtención de cospeles, parece ser distinta... Suelen obtenerse estos flanes mediante moldes que establecen la forma redonda de los cospeles.... Luego seguramente se aplastan a golpe de martillo, para a continuación acuñarlos.
Estos moldes podían tener varios receptáculos conectados por alvéolos o ser simples sin conexión alguna.

En ocasiones, los romanos también recortaban barras de metal para sacar los cospeles... También los extraían de planchas de metal.

En cuanto al grabado de los cuños, existían básicamente dos procedimientos:

- Apertura del cuño con buril.
- Apertura del cuño con punzones burilados.


Con el método del martillo, no hay dos monedas iguales... Se pueden suceder errores típicos, como malas estampaciones, repintes o aparición de artes incusos, descentreados y roturas de cuño, desincronización de la presión del cuño del reverso en relación al anverso, choques vacíos de cuños... empastes...

Os dejo a continuación el vídeo, para completar la entrada 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí puedes comentar sobre la entrada